lunes, 3 de noviembre de 2008

MÚSICA, LA OTRA PASIÓN DE MOISÉS

God Save the Queen

Moisés Hurtado, jugador del RCD Espanyol, para elEspanyol.com




Esta semana he vuelto a ser niño. He vuelto a sentir las mismas emociones que encerrado en mi cuarto revolvía todas las carátulas y remiraba todas aquellas portadas con apetito voraz. Hubo un tiempo en que todo giraba alrededor de La Reina.Yo creo que todo buen melómano ha tenido su época Queen. Esta semana volvieron para visitarnos. Algo que yo nunca hubiera imaginado que viviría en vivo y en directo. Creo que toda la humanidad, en su baúl de la memoria, tiene algún recuerdo con la banda sonora de Queen como protagonista. Y si no, debería tenerlo.

Está bien.Es evidente que no es lo mismo, que era un Queen descafeinado.
Freddy Mercury, además, creo que ha sido uno de los artistas del siglo y toda la humanidad hemos salido perdiendo con su pérdida. No sólo por su inigualable voz, sino por su extraordinaria personalidad, magnetismo y por transmitir como él sólo sabía hacer. La fecha es inequívoca,año 1992;y el lugar, por todos conocidos, estadio olímpico de Montjuich. Gracias a las olimpiadas empecé a escuchar a este genio. Pensaba que era un tipo de la ópera cuando lo escuchaba cantar, junto a Montserrat Caballé, el extraordinario himno olímpico. Fue mi padre quien me dijo que tenía un grupo llamado Queen. A partir de ahí todo cambió.
En fin, estamos de acuerdo que Paul Rodgers, pese a su esfuerzo, no es Freddy Mercury. También es posible que, para los más puristas, este concierto haya sido un sacrilegio en toda regla, pero
ver a Bryan May y Roger Taylor fue un auténtico lujo. Me sorprendió muy gratamente que tocaran el I want it all que no había logrado ver en ningún directo. Fue realmente esta canción la chispa que lo encendió todo. reunieron la mayoría de sus éxitos en dos horas para la historia.O, al menos, a mí me gustó.
Tantos años después, la música me sigue transmitiendo lo que en aquellos años. Te da mucho y nunca te pide nada. Está en los malos y los buenos momentos. Con la música hay que tener paciencia que es lo que falta en nuestros días. Los placeres efímeros, es decir,l a melodía que entra fácil, con todo su marketing, es lo que se lleva. Por eso, recomiendo que
la música como el vino hay que saborearla poco a poco y que te vaya entrando…
dedicarle tiempo y, sobre todo, sentimiento. ¡Como se me atragantaban en un principio grupos como Pixies o Pearl Jam! y han acabado siendo grandes referentes. Creo que hoy en día se sigue haciendo buena múscia. Tomen buena nota para el futuro: The Arcade Fire e Interpol. En estudio y en vivo, realmente geniales.

elespanyol.com

sábado, 2 de febrero de 2008

SALVA RIBAS, MI AMIGO


EN MEMORIA DE MI SIEMPRE AMIGO SALVA


Estos días estoy viviendo una etapa llena de reconocimientos y sueños cumplidos que nunca imaginé que pudieran pasar. Cierto es que en la cabeza de todos los aficionados a este deporte, ven al futbolista como un ser distante que se mueve en otra órbita y muy alejado de la realidad. Esa es un poco la percepción que me llega de los comentarios de la gente y, muchas veces, son erróneos pues no acaban de conocer verdaderamente todo lo que un jugador puede haber luchado y sacrificado en su vida por llegar donde unos pocos sólo pueden llegar. Me refiero a ver limitada tu juventud y tu infancia: no puedes salir apenas con los amigos, no puedes disfrutar los fines de semana y muchas otras cosas que se van dejando en el camino.


Siempre me acordaré de mis inicios cuando salía de mi barrio, Badía del Vallés (más que un barrio, un gran pueblo). Recién salido de la jornada escolar me encaminaba hacia el entreno en Barcelona recorriendo autobuses, metros y la inestimable ayuda paterna. Se entrenaba tarde y se volvía al hogar aún más tarde. Recuerdo mi hora de llegada, a eso de las once de la noche con mi cena en la mesa y disponiéndome a hacer los deberes del día siguiente. Perdíamos mucho tiempo en cada trayecto de ida y vuelta al entreno. Un día y otro sin descanso. Jornadas de prácticamente dieciséis horas entre estudios y deporte. Lo mejor del día era estar con tus compañeros.



De hecho es lo mejor de este deporte: los amigos que llegas a hacer. Lamentablemente, no todos podían pasar las cribas de fin de temporada e ibas perdiendo por el camino a gente con la que habías compartido tantas cosas. De vez en cuando me encuentro a algún ex compañero y me hace muchísima ilusión ( incluso, alguno ha llegado a contactar conmigo a través de esta web).Tanta gente que dejas en el camino, tantos recuerdos, tantas historias que contar…Pero hubo un día en el que todos perdimos a alguien muy querido. Un día en que perdí algo muy valioso.No quiero decir que se perdió para siempre porque todos sus amigos y gente que le queremos, lo llevaremos dentro allá donde quiera que esté.


Salvador Ribas Miró venía con su padre cada día desde la Bisbal del Penedés hasta el entreno para intentar conseguir su sueño. Un gran esfuerzo tanto suyo como de su padre pero que se veía recompensado con la ilusión que traían cada día. Era un futbolista magnífico y un chaval adorable que a todos caía bien. Al final de temporada siempre organizábamos una comida en su pueblo con toda la plantilla y jugábamos chavales contra padres. Era un día grande para todos y me quiero quedar con ese grato recuerdo.


Trágicamente, perdimos a Salva en un accidente de tráfico hace unos años. Su familia me visitó hace unos días en la ciudad deportiva. Contactó su hermana conmigo a través de esta web. David García y yo compartimos vestuario con Salva y siempre lo llevaremos en el corazón. A su familia espero darle muchas fuerzas y que sigan siendo como siempre les conocí. Saben que aquí siempre tienen una familia y que toda mi familia y yo, llevaremos muy dentro a su hijo.

Moisés Hurtado