Hay pocas cosas en esta vida que puedan superar la sensación de sentirse querido. La creación de esta peña supone un gran estímulo y una enorme responsabilidad, que estaré encantado de asumir, para agredecer de todo corazón el esfuerzo altruista realizado por todos quienes han intervenido. Nunca pensé poder recibir el honor de que me hicieran una peña, ya que es un reconocimiento individualizado de un deporte en grupo.
Espero poder responder con mi sacrificio y aportación deportiva, pero también con valores personales al margen del terreno deportivo para que todos los integrantes de la peña Moisés Hurtado puedan estar tan orgullosos de mi, como yo lo estoy de ellos. Espero poder tener contacto fluido con todos vosotros y me teneis a disposición vuestra, para todo lo que esté en mi mano.
Millones de gracias.
Moisés Hurtado.
jueves, 29 de noviembre de 2007
AGRADECIMIENTOS por MOISÉS HURTADO
HABLEMOS DE MÚSICA Y DE HEROES DEL SILENCIO por MOISÉS HURTADO
Un directo es la máxima expresión de la música -el feeling entre grupo y espectador es increíble-. Feeling que le faltó, a mi modo de ver, a la esperada visita de unos sexagenarios The Police; muchas fueron las expectativas creadas pero no llegaron a transmitir, ni hacer vibrar a la gente más allá de su exquisito repertorio. Aunque me esperaba más, quede claro que nos hicieron disfrutar de una gran velada, porque poder deleitarse de Message In A Bottle , So Lonely y demás obras maestras no pasa cada día.
La grata sorpresa la viví en la sala Razzmataz, presenciando el concierto de los Crowded House. Siempre sublimes. Participativos al máximo, creaban una nueva canción en cada una de sus interpretaciones. La gente así se lo reconoció y hubo una conexión perfecta, ya que pese a no ser tan mediáticos como otros grupos, el buen espectador sabe reconocer dónde está la calidad, y los Crowded House siempre la tuvieron. Me quedaré con la satisfacción de haber vivido uno de los mejores conciertos del año.
Pero nada se puede comparar con lo vivido en el día del Pilar, muy cerca de la Catedral del mismo nombre. La capital aragonesa y, más concretamente, el estadio de la Romareda albergaban el espectáculo más grande que había visto nunca. Mis ídolos por primera y creo, desgraciadamente, que por única vez, en vivo y directo. Y este regreso no defraudó para nada. Es más, superó todas mis expectativas, ya que tocaron mucho de lo de sus inicios, del Mar no cesa. La gente disfrutaba y entraba en éxtasis…Cada compás inicial de cada canción, era una fiesta y un dar gracias por poder vivir aquello. Lo peor es, sin duda, que quizás no pueda volver a disfrutar tanto en un concierto como aquel buen día del Pilar en la Romareda. Esperaré al menos para comprarme el DVD.
Moisés Hurtado
miércoles, 29 de agosto de 2007
ANTONIO PUERTA: UN MOMENTO PARA REFLEXIONAR
Moisés Hurtado